Glutensensitivität: Symptome, Ursachen und Tipps für eine glutenfreie Ernährung - myBioma

Sensibilidad al gluten: síntomas, causas y consejos para una dieta sin gluten

En los últimos años, cada vez son más las personas que deciden renunciar al gluten o al trigo. La dieta sin gluten ya no sólo es importante para los celíacos, sino que cada vez se considera más parte de un estilo de vida saludable. Al mismo tiempo, cada vez son más las personas que reaccionan al gluten o a otros ingredientes del trigo con diversos síntomas.

En esta entrada del blog, puedes averiguar todo lo que necesitas saber sobre la sensibilidad al gluten, por qué una dieta sin gluten también puede tener desventajas y qué alternativas sin gluten son las más saludables.

¿Qué es exactamente el gluten?

El gluten es un complejo proteico que se encuentra en muchos tipos de cereales, como el trigo, la espelta, el centeno y la cebada. Está formado principalmente por las proteínas gliadina y glutenina, y a menudo se le denomina "gluten" por sus excelentes propiedades panificadoras. Su estructura hace que las masas sean elásticas, suban bien y tengan una textura aireada. Normalmente, el gluten no causa ningún problema, pero las personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten pueden experimentar problemas de salud tras consumirlo.

¿Qué es el gluten?

¿Qué es la sensibilidad al gluten?

La sensibilidad al gluten, también conocida como sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC), describe una afección en la que el organismo reacciona con diversos síntomas tras ingerir gluten, sin que exista una causa alérgica (alergia al trigo) o autoinmune (enfermedad celíaca). Los síntomas pueden afectar al tubo digestivo (intestinales) o producirse fuera del tubo digestivo (extraintestinales) y, por lo general, son perceptibles al cabo de unas horas o días (1,2).

La investigación sobre este cuadro clínico aún se enfrenta a muchos interrogantes. Por ejemplo, no sólo el gluten, sino también otros ingredientes del trigo podrían causar síntomas, por lo que cada vez se utiliza más el término sensibilidad al trigo no celíaca.

¿Cuán frecuente es la sensibilidad al gluten?

La sensibilidad al gluten afecta a alrededor del 0,5-13% de las personas en todo el mundo. Como no existen criterios diagnósticos claros, la estimación varía mucho. Sólo a una pequeña proporción de personas que se consideran sensibles al gluten se les puede diagnosticar realmente la enfermedad (3).

Varios estudios muestran que la incidencia de la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten ha aumentado significativamente en los últimos 50 años. Una posible explicación es el aumento del consumo de trigo (bajo precio, fácil disponibilidad, buenas propiedades panificables) y los cambios en las propiedades de las variedades modernas de trigo, que se han hecho más ricas en proteínas y resistentes a las plagas mediante métodos de mejora genética. Además, el gluten se utiliza cada vez más en alimentos procesados como relleno y aditivo (1). La transformación más rápida de la harina de trigo en pan y productos horneados sin largos procesos de fermentación (como en la producción tradicional de masa madre) también contribuye a reducir la digestibilidad (1,2).

El pan de masa madre o el pan elaborado con cereales antiguos como la espelta o el einkorn suelen ser mejor tolerados por las personas con sensibilidad al gluten. Los largos tiempos de fermentación y los métodos de producción tradicionales mejoran la tolerancia, ya que el gluten y los ATI se descomponen.

Los panes de masa madre con un tiempo de fermentación largo o el pan elaborado con cereales antiguos como la espelta y el einkorn suelen ser mejor tolerados por las personas con sensibilidad al gluten.

Otras enfermedades asociadas al gluten

A menudo existe confusión sobre la intolerancia al gluten, ya que hay varias enfermedades y términos asociados al gluten. Por ello, nos gustaría explicar con más detalle algunos términos importantes:

Intolerancia al gluten

Intolerancia al gluten

Es el término general para todas las enfermedades (enumeradas a continuación) que se desencadenan por el consumo de gluten.

Intolerancia al gluten

Este es un término algo engañoso que se utiliza a menudo para referirse a la sensibilidad al gluten. Se habla de intolerancia alimentaria cuando el organismo es incapaz de digerir correctamente determinados nutrientes, normalmente porque no hay suficientes enzimas específicas para descomponerlos. Los síntomas de la intolerancia alimentaria se producen exclusivamente en el tracto gastrointestinal e incluyen hinchazón, dolor abdominal y movimientos intestinales irregulares.

Un ejemplo típico es la intolerancia a la lactosa. La intolerancia al gluten no existe realmente en este sentido, ya que los síntomas de la sensibilidad al gluten también pueden producirse fuera del tubo digestivo y no es la falta de enzimas, sino una reacción del sistema inmunitario lo que desencadena los síntomas (1).

Sensibilidad al trigo no celíaca

Se solapa fuertemente con el cuadro clínico de la sensibilidad al gluten no celíaca. En los últimos años, la investigación sobre la sensibilidad al gluten ha llevado a dudar cada vez más de que el gluten sea el principal desencadenante de este cuadro clínico. Otros posibles desencadenantes que se barajan son otros ingredientes del trigo, como los FODMAP (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables), los ATI (inhibidores de la tripsina amilasa) y otros alérgenos del trigo. Por ello, cada vez se utiliza más el término sensibilidad al trigo, aunque estas sustancias pueden estar presentes no sólo en el trigo, sino también en otros cereales (que contienen gluten) (2).

Enfermedad celíaca

También conocida como enteropatía sensible al gluten, es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario adaptativo desencadena una reacción inflamatoria en la mucosa del intestino delgado al entrar en contacto con el gluten. Los síntomas y la gravedad de la enfermedad son tan variados que el diagnóstico suele ser muy difícil y, con frecuencia, la enfermedad pasa desapercibida (2). Incluso cantidades mínimas de gluten pueden causar daños graves, por lo que es necesario evitarlo estrictamente durante toda la vida.

Mientras que el sistema inmunitario innato interviene en la sensibilidad al gluten, la enfermedad celíaca afecta al sistema inmunitario adaptativo. El sistema inmunitario adaptativo es una parte especializada del sistema inmunitario que se dirige específicamente a determinados patógenos y puede mostrar una reacción más rápida y fuerte en caso de contacto repetido con el mismo patógeno. En la enfermedad celíaca, el sistema inmunitario reconoce erróneamente el gluten como peligroso, forma autoanticuerpos especiales y ataca su propio tejido del intestino delgado. Aunque muchos de los síntomas de la sensibilidad al gluten pueden parecerse a los de la enfermedad celíaca, en la sensibilidad al gluten no se forman autoanticuerpos (1).

Alergia al trigo

Un trastorno en el que el sistema inmunitario reacciona a las proteínas del trigo y desencadena síntomas como reacciones cutáneas, dificultades respiratorias y problemas gastrointestinales. La alergia al trigo se diagnostica principalmente midiendo los anticuerpos IgE específicos del trigo. Hay distintos tipos y grados de gravedad. Sin embargo, suele darse en niños y mejora con los años o desaparece por completo (2).

¿Cómo se desarrolla la sensibilidad al gluten?

Aún no se conoce del todo la causa exacta de la sensibilidad al gluten. Se sospecha de una reacción del sistema inmunitario innato en el intestino: los denominados receptores Toll-like (TLR) están cada vez más presentes en la mucosa intestinal de las personas afectadas. Estos receptores tienen la función de reconocer sustancias nocivas en el intestino. En la sensibilidad al gluten, los TLR pueden percibir ciertos componentes de los alimentos, como el gluten o los ATI, como una amenaza, desencadenando una inflamación que daña la mucosa intestinal y provoca síntomas.

Al mismo tiempo, se sospecha que una mucosa intestinal ya debilitada podría ser un factor de riesgo para la sensibilidad al gluten. Si la barrera intestinal está dañada, los microorganismos y las sustancias indeseables pueden pasar más fácilmente del intestino al torrente sanguíneo, activar las células inmunitarias y desencadenar la inflamación.

Además, existen pruebas de pequeños cambios estructurales en los intestinos de las personas con sensibilidad al gluten. Por ejemplo, se ha descubierto que las vellosidades intestinales, que son importantes para la absorción de nutrientes, suelen ser ligeramente más pequeñas, el número de determinadas células de defensa (linfocitos intraepiteliales) está ligeramente aumentado y el número de células T, que contrarrestan las reacciones excesivas del sistema inmunitario, está ligeramente reducido. Otros factores que podrían desempeñar un papel son una composición desfavorable del microbioma intestinal, factores genéticos, infecciones víricas o inflamaciones existentes en el organismo (1,4).

  • Gluten: El gluten contiene una proteína llamada gliadina, que puede estimular la formación de zonulina en el organismo. La zonulinaes una proteína que aumenta la permeabilidad de la mucosa intestinal y actúa como marcador de la síndrome del intestino permeable (1).
  • Inhibidores de la amilasa-tripsina: los ATI son proteínas que se encuentran en diversos cereales que contienen gluten. Los estudios han demostrado que pueden activar el sistema inmunitario innato y desencadenar la inflamación intestinal. Las variedades modernas de trigo, en particular, tienen niveles de ATI significativamente más altos que las variedades más antiguas, como el einkorn e incluso la espelta. Aunque los ATI pueden desencadenar una respuesta inmunitaria, la mayoría de las personas no desarrollan síntomas tras su ingestión (1,4).
  • FODMAPs, especialmente fructanos: Los FODMAPS (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables) son un gran grupo de hidratos de carbono que no se absorben completamente en el intestino delgado y son fermentados por bacterias en el intestino grueso. Aunque una dieta baja en FODMAP a corto plazo para pacientes con síndrome del intestino irritable suele tener un efecto positivo, el efecto sobre la sensibilidad al gluten sintomática sigue siendo incierto. Dado que este tipo de dieta es muy restrictiva y además implica la exclusión de numerosos alimentos beneficiosos para la salud, no se recomienda una dieta FODMAP en primera instancia. Más concretamente, se sospecha que los componentes del trigo fructanos desencadenan síntomas de sensibilidad al gluten/trigo en las personas sensibles a los FODMAP, especialmente hinchazón y dolor abdominal. Sin embargo, también debe tenerse en cuenta que los fructanos tienen propiedades prebióticas, lo que significa que son beneficiosos para la flora intestinal y, por tanto, no deben etiquetarse como "malos" (2,4).

    Ten en cuenta que el modo de acción de estos componentes vegetales y su asociación con la sensibilidad al gluten aún no se conocen del todo y se necesitan más estudios clínicos. También es importante señalar que no debes limitarte a evitar por completo todos los posibles desencadenantes mencionados anteriormente, sino que se recomienda un plan dietético individualizado y orientado a los síntomas. Más adelante hablaremos de ello.

    Síntomas de la sensibilidad al gluten

    Los síntomas de la sensibilidad al gluten pueden variar mucho, lo que dificulta el diagnóstico. Por ello, a menudo no se reconoce o se confunde con la enfermedad celíaca o el síndrome del intestino irritable, por ejemplo.

    Los síntomas conocidos incluyen

    Los síntomas conocidos son (1):

    • Síntomas intestinales: Dolor abdominal, hinchazón, diarrea, estreñimiento, hinchazón abdominal, defecación
    • Síntomas extraintestinales: dolores de cabeza, migrañas, problemas de concentración, fatiga crónica, dolor articular y muscular, hormigueo o entumecimiento de brazos o piernas, eccema, anemia, depresión.
    • Síntomas versátiles de la sensibilidad al gluten: Síntomas intestinales: Dolor abdominal, flatulencia, diarrea, estreñimiento, hinchazón, deposiciones irregulares; Síntomas extraintestinales: dolores de cabeza, migrañas, dificultad para concentrarse, fatiga crónica, dolor articular y muscular, hormigueo o entumecimiento en brazos o piernas, eczema, anemia, depresión
      La glutensensibilidad puede tener efectos muy diferentes, lo que dificulta su diagnóstico.

      ¿Síndrome del intestino irritable o sensibilidad al gluten?

      Las molestias digestivas causadas por la sensibilidad al gluten son muy similares a los síntomas del síndrome del intestino irritable. También hay otra coincidencia entre estas dos afecciones: Los FODMAP pueden ser desencadenantes de los síntomas del síndrome del intestino irritable y también son desencadenantes potenciales de la sensibilidad al gluten. Aún no está del todo claro cómo se relacionan estas dos afecciones. En cualquier caso, la sensibilidad al gluten se observa con relativa frecuencia en pacientes con síndrome del intestino irritable, hasta en un 30% de los afectados (1,3).

      ¿Cómo se diagnostica la sensibilidad al gluten?

Desgraciadamente, en la actualidad no existen pruebas específicas para la sensibilidad al gluten. Por lo tanto, el diagnóstico se realiza mediante el procedimiento de exclusión (1-3):

✅ No se ha detectado enfermedad celíaca

✅ No se ha detectado alergia al trigo

✅ Los síntomas desaparecen tras omitir los alimentos con gluten

El test del microbioma de myBioma también puede proporcionar una indicación inicial de la posible presencia de sensibilidad al gluten. Como las personas con sensibilidad al gluten tienen una composición alterada de bacterias intestinales (flora intestinal), un análisis de muestras de heces puede revelar correlaciones.

Efectos del gluten en el microbioma y la salud intestinal

En las últimas décadas, cada vez hay más pruebas de la posible implicación del microbioma intestinal en el desarrollo y la progresión de enfermedades relacionadas con el gluten, como la sensibilidad al gluten, la enfermedad celíaca y la alergia al trigo. El microbioma intestinal, también conocido como flora intestinal, está formado por billones de microorganismos en el intestino, la mayoría de los cuales son bacterias.

Esta comunidad bacteriana está formada por microorganismos que se encuentran en el intestino.

Esta comunidad bacteriana tiene una gran influencia en nuestra salud y puede cambiar debido a una enfermedad existente, así como influir en el desarrollo o curso de una enfermedad. El microbioma cumple funciones importantes como la utilización de los alimentos, el apoyo al sistema inmunitario, el mantenimiento de la función de barrera de la mucosa intestinal y la comunicación con el sistema nervioso central a través del eje intestino-cerebro.

En pacientes con enfermedades asociadas al gluten, se ha observado una composición alterada del microbioma en contraste con los individuos sanos. Por ejemplo, en la sensibilidad al gluten se reconoce una diversidad reducida (= variedad de bacterias intestinales). Una diversidad elevada se considera uno de los parámetros más importantes para evaluar un microbioma intestinal sano. En concreto, se observó un aumento de la bacteria Ruminococcaceae y una disminución de Bacteroidetes y Fusobacteria.

Además, la sensibilidad al gluten afecta a la mucosa intestinal, lo que puede contribuir a procesos inflamatorios no sólo en el intestino, sino en todo el organismo. Un desequilibrio en el microbioma intestinal puede contribuir a esta disfunción de la mucosa intestinal, empeorar la utilización de los alimentos y afectar a la forma en que el sistema inmunitario responde al gluten y a otros ingredientes del trigo (5).

Como ya sabes, la sensibilidad al gluten se debe probablemente a una reacción del sistema inmunitario innato y a una disfunción de la mucosa intestinal. Por tanto, el microbioma, con su influencia en estos dos factores, podría desempeñar un papel importante en el desarrollo, pero posiblemente también en el tratamiento de la sensibilidad al gluten.

También es emocionante que los investigadores hayan descubierto que ciertas bacterias pueden influir en las sustancias asociadas a la sensibilidad al gluten:

  • Zonulina: Los pacientes con sensibilidad al gluten suelen tener niveles elevados de zonulina. Estudios de laboratorio han demostrado que ciertas especies probióticas de Bifidobacterium pueden reducir el aumento de la permeabilidad intestinal desencadenado por la zonulina (5).
  • La zonulina es una proteína que se encuentra en el intestino delgado.
  • ATIs: Existen pruebas procedentes de estudios con animales de que ciertos especies de lactobacilos (bacterias lácticas probióticas) pueden mitigar los efectos negativos de las ITA (2,5).
  • Los ITA son un factor importante para la salud.
  • Ácidos grasos de cadena corta: Ciertas bacterias intestinales convierten la fibra de nuestros alimentos en ácidos grasos de cadena corta, como el butirato. Éstos favorecen una mucosa intestinal sana y pueden aumentar el número de células T (reguladores del sistema inmunitario que suelen reducirse en la sensibilidad al gluten) (1).
  • Los investigadores están utilizando ahora estas correlaciones para investigar si los probióticos podrían desempeñar un papel en el tratamiento de las enfermedades relacionadas con el gluten en el futuro. Sin embargo, es necesario realizar más estudios para averiguar qué tipos de bacterias podrían utilizarse y en qué cantidades. Si quieres saber más sobre los probióticos en general, quizá te interese esta entrada del blog: Los probióticos y sus efectos

    Independientemente de los suplementos dietéticos, las bacterias probióticas también parecen desempeñar un papel en la dieta diaria, por ejemplo en el pan: si la masa de trigo se fermenta durante mucho tiempo como parte de un proceso de masa madre (en este caso actúan principalmente los lactobacilos y las bacterias del ácido acético), se descompone el componente del gluten gliadina, que promueve la inflamación, y el pan es mejor tolerado por muchas personas con sensibilidad al gluten (2,5).

    Tratamiento de la sensibilidad al gluten

    El tratamiento de la sensibilidad al gluten se basa en reducir al mínimo los alimentos que contienen gluten. No es necesario seguir una dieta estricta sin gluten, como en la enfermedad celíaca, ya que ciertas cantidades de gluten no suelen plantear problemas. El umbral de tolerancia puede variar mucho de una persona a otra. Además, algunas personas toleran mejor o peor distintos alimentos. Por tanto, la única recomendación válida para la sensibilidad al gluten son las pruebas y el ajuste individual de la dieta orientado a los síntomas. Un nutricionista puede ser de gran ayuda a este respecto.

    Es posible que una dieta estricta sin gluten limitada a unas pocas semanas pueda ser útil para comprobar mejor los límites de tolerancia y los alimentos no problemáticos y reducir los síntomas a largo plazo. Sin embargo, las dietas de eliminación a largo plazo, como la dieta sin gluten o la dieta baja en FODMAP, suelen conllevar el riesgo de una dieta desequilibrada con carencias de nutrientes y desnutrición. Por tanto, sólo deben aplicarse si son médicamente necesarias (3).

    Dieta sin gluten - consejos y alternativas alimentarias

    Si quieres reducir tu consumo de gluten, debes tener en cuenta algunos puntos importantes. No sustituyas los productos de trigo (integrales) exclusivamente por productos sustitutivos etiquetados como "sin gluten". Aunque pueden ser una alternativa práctica y sabrosa, a menudo están hechos de harina de arroz o de maíz, que es pobre en nutrientes y fibra. Entre los alimentos naturalmente sin gluten, ricos en nutrientes y fibra, están los pseudocereales como la quinoa, el trigo sarraceno y el amaranto, o los cereales sin gluten como la avena, el mijo y el teff. Además, los cereales más antiguos, como el einkorn, tienen menos gluten e ITA, por lo que suelen tolerarlos mejor las personas con sensibilidad al gluten.

    Alimentos sin gluten

    • Cereales: avena, mijo, maíz, arroz, teff
    • Alimentos sin gluten
    • Pseudocereales: amaranto, trigo sarraceno, quinoa
    • Alimentos sin gluten
    • Las legumbres como las lentejas, las judías, la soja, los garbanzos, los altramuces
    • Harina de semillas y frutos secos, por ejemplo de coco, cáñamo, castañas, chufas (pueden ser ingredientes estupendos para el pan o las galletas sin gluten)
    • Frutas, verduras, hortalizas y legumbres
    • Frutas, verduras, productos lácteos, carnes y pescados
    • Preparados para el desayuno y la cena
    Granos sin gluten que pueden comer las personas con sensibilidad al gluten, sensibilidad al trigo o celiaquía: Avena, trigo sarraceno, mijo, amaranto, maíz, teff, arroz, quinoa. Símbolo internacional sin gluten: Espiga de maíz tachada
    Estos cereales son una alternativa sin gluten para las personas que padecen sensibilidad al gluten o celiaquía
    .

    Por cierto: La avena no contiene gluten por naturaleza, pero a menudo se procesa en instalaciones de producción que también procesan cereales que contienen gluten. Por tanto, los copos de avena comerciales pueden contener trazas de gluten. Por tanto, las personas celíacas deben prestar atención al etiquetado "sin gluten" (espiga tachada). Si eres sensible al gluten, estas pequeñas cantidades no suelen suponer ningún problema.

    Granos antiguos: a menudo mejor tolerados que el trigo convencional

    Los cereales como el einkorn, el emmer y la espelta también pertenecen a la familia del trigo, pero tienen una composición de nutrientes más "original". Entre otras cosas, se caracterizan por una estructura proteica diferente a la del trigo convencional y son mejor tolerados por algunas personas con sensibilidad al gluten debido a su menor contenido en gliadina y ATI (1,6). ¿Has utilizado alguna vez harina de einkorn para hornear? Puedes encontrar una deliciosa receta en nuestro blog: Focaccia de flores con harina de einkorn

    Un tiempo de fermentación largo hace que el pan sea más digerible

    Un proceso de cocción largo, en el que el pan y los productos de panadería tienen varias horas de reposo, contribuye a la descomposición de los FODMAP y la gliadina. Por tanto, los procesos de elaboración tradicionales, como el leudado con masa madre, pueden hacer que los panes se toleren mejor y a menudo son una mejor opción para las personas con sensibilidad al gluten (2,5,7).

    Consejo: Compra tu pan en panaderías que den prioridad a la alta calidad y a los procesos de producción tradicionales. Si encuentras en su surtido productos como pan de einkorn o de trigo sarraceno, suele ser un buen indicio.

    Deja que germine el grano

    En el caso de los cereales, se ha observado que el gluten se reduce si se dejan germinar los granos de cereal. Por tanto, los granos germinados o los productos elaborados con granos germinados pueden ser una buena alternativa para las personas con sensibilidad al gluten (8). Por ejemplo, puedes poner los granos de espelta en remojo toda la noche, germinarlos en un tarro de germinados durante unos 2 días y luego mezclarlos en una masa de pan. Si esto te supone demasiado esfuerzo, también puedes encontrar harina pregerminada, panes germinados o muesli germinado en tiendas o panaderías selectas. Si quieres saber qué más hace de los germinados un verdadero superalimento, lee esta entrada del blog: Cultiva tus propios germinados: Bombas nutritivas desde el alféizar de la ventana

    Asegúrate de consumir suficiente fibra

    La fibra es extremadamente importante para un microbioma intestinal sano, que desempeña un papel importante en la sensibilidad al gluten al influir en el sistema inmunitario y la mucosa intestinal. Desgraciadamente, las personas que evitan los FODMAP o que sustituyen los cereales integrales de trigo ricos en fibra exclusivamente por productos de arroz o maíz, a menudo experimentan una ingesta reducida de fibra.

    Una forma sencilla de reponer tu equilibrio de fibra y potenciar tu salud intestinal es nuestro prebiótico myBioma Balance. No contiene gluten por naturaleza y ha sido formulado para ser especialmente bien tolerado, incluso por personas con síndrome del intestino irritable.

    Cuidado con el gluten oculto en los productos precocinados

    El gluten y el trigo se añaden a muchos alimentos y productos precocinados, a menudo inesperados. Así que mira siempre la lista de ingredientes. Algunos ejemplos de fuentes ocultas de gluten son:

    • Salsa de soja
    • Salsa de soja
    • Salsa de soja
    • Salsa de soja
    • Mezclas de muesli y granola
    • Galletas y patatas fritas
    • Galletas y patatas fritas
    • Salsa de soja
    • Salsa de soja
    • Salsas y aliños para ensaladas ya preparados
    • Golosinas y chocolatinas
    • Caramelos y chocolatinas
    • Cerveza (contiene azúcar)
    • Cerveza (contiene malta, un grano germinado y seco)
    • Salchichas y productos cárnicos picados, como albóndigas y hamburguesas
    • Sopas y salsas
    • Sopas y salsas: No sólo en los productos precocinados, sino también en los restaurantes, las sopas y las salsas se espesan a menudo con harina de trigo y grasa ("roux").
    • Las sopas y las salsas se espesan a menudo con harina de trigo y grasa ("roux").
  • Conclusión

    La sensibilidad al gluten sigue planteando muchos interrogantes a los investigadores. Si crees que no toleras bien los productos derivados del trigo, acude primero a un médico para averiguar qué hay realmente detrás de los síntomas. Si quieres reducir el gluten, prueba alimentos como el mijo, la quinoa, el trigo sarraceno, el amaranto o la avena y observa si toleras mejor el pan de masa madre o el pan de einkorn, por ejemplo.

    También merece la pena apoyar activamente tu salud intestinal. Un microbioma intestinal sano puede tener una gran influencia en la salud de la mucosa intestinal e interactúa con el sistema inmunitario, factores ambos que se asocian a la sensibilidad al gluten.

    Referenzen

    • Fasano A, Sapone A, Zevallos V, Schuppan D. Nonceliac Gluten Sensitivity. Gastroenterology. Mai 2015;148(6):1195–204.
    • Felber J, Bläker H, Fischbach W, Koletzko S, Laaß M, Lachmann N, u. a. Aktualisierte S2k-Leitlinie Zöliakie der Deutschen Gesellschaft für Gastroenterologie, Verdauungs- und Stoffwechselkrankheiten (DGVS): Dezember 2021 – AWMF-Registernummer: 021-021. Z Für Gastroenterol. Mai 2022;60(05):790–856.
    • Andresen V, Menge D, Layer P. Die „Nicht-Zöliakie-Glutensensitivität“ (NCGS). Arzneiverordn Prax. 2018;45(2).
    • Jansson-Knodell CL, Rubio-Tapia A. Gluten-related Disorders From Bench to Bedside. Clin Gastroenterol Hepatol. 1. April 2024;22(4):693-704.e1.
    • Catassi G, Lener E, Grattagliano MM, Motuz S, Zavarella MA, Bibbò S, u. a. The role of microbiome in the development of gluten-related disorders. Best Pract Res Clin Gastroenterol. 5. September 2024;101951.
    • Afzal M, Sielaff M, Distler U, Schuppan D, Tenzer S, Longin CFH. Reference proteomes of five wheat species as starting point for future design of cultivars with lower allergenic potential. Npj Sci Food. 25. März 2023;7(1):9.
    • Ziegler JU, Steiner D, Longin CFH, Würschum T, Schweiggert RM, Carle R. Wheat and the irritable bowel syndrome – FODMAP levels of modern and ancient species and their retention during bread making. J Funct Foods. 1. August 2016;25:257–66.
    • Koehler P, Hartmann G, Wieser H, Rychlik M. Changes of folates, dietary fiber, and proteins in wheat as affected by germination. J Agric Food Chem. 13. Juni 2007;55(12):4678–83.
    Carina Gurtner BSc, BA
    Carina Gurtner BSc, BA
    Nutricionista
    Como nutricionista y científica de los medios de comunicación, Carina utiliza su experiencia para comunicar temas de salud complejos de forma comprensible. Su objetivo es inspirar a otros para que lleven un estilo de vida consciente, sano y sostenible.