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Alimentos procesados

... y por qué no son sólo un problema de salud para tu microbioma.

Todo el mundo sabe que las patatas fritas, las galletas, las hamburguesas y similares están llenas de sal, azúcar y grasas poco saludables y, por tanto, tienen muchas calorías. Su consumo excesivo también provoca un aumento de peso y un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Los alimentos ultraprocesados suelen estar diseñados para engañar a los circuitos cerebrales (sistema dopaminérgico de recompensa) para que coman en exceso. Debido a un contenido en proteínas y fibra muy reducido, la sensación de saciedad se produce más tarde. Esto significa que comes muchas calorías "vacías".

Ciertos aditivos contenidos en los alimentos procesados pueden desencadenar adicciones en el cerebro.
Cómo influyen y engañan al cerebro los alimentos procesados y especialmente sus aditivos. (6)

Una nueva hipótesis proporciona ahora una respuesta más a por qué los alimentos procesados son tan poco saludables para nosotros: A saber, el alto contenido de azúcar y la falta de fibra antes mencionados desequilibran nuestro microbioma intestinal (disbiosis). El azúcar alimenta principalmente a las bacterias dañinas del intestino delgado, lo que puede provocar inflamación.

¿Pero qué son exactamente los alimentos procesados industrialmente?

Se producen en fábricas y están llenos de sustancias químicas y otros aditivos para que su color, duración y textura sean más atractivos para el ser humano. En general, este procesado realza el sabor y aumenta el contenido calórico del alimento. Al mismo tiempo, se eliminan fibras, vitaminas y nutrientes saludables.

Dado que nuestra dieta ha cambiado significativamente, pasando de los alimentos criados en granjas a los producidos industrialmente, los investigadores se preguntan cómo afecta esto a nuestra flora intestinal.

La ingesta de alimentos está regulada por las reservas de energía disponibles y las necesidades energéticas, así como por el sistema de recompensa.
La regulación de la ingesta de alimentos implica un equilibrio entre factores homeostáticos (regulados por las reservas de energía y las necesidades energéticas) e influencias hedónicas (consumo motivado por sistemas de recompensa). (6)

Para comprobar los efectos sobre la flora intestinal, se realizó un estudio en ratones. Se utilizaron dos grupos de ratones, que recibieron una dieta baja en fibra o alta en fibra. La comparación final mostró claramente que los ratones del primer grupo tenían una baja diversidad de flora intestinal y menos bacterias. Esta evolución de la flora intestinal es preocupante, porque cuanto más diverso es nuestro microbioma, mejor es nuestra salud.

Al mismo tiempo, estos cambios en el microbioma pueden favorecer la inflamación. Los investigadores han observado que las personas con una dieta poco saludable también presentan signos de reacciones inflamatorias en la sangre.

Otro estudio ha demostrado que los emulsionantes (aditivos para estabilizar los alimentos procesados), en particular, alteran nuestro microbioma y desencadenan la inflamación. Son un factor especialmente relevante en la colitis ulcerosa, una forma de enfermedad intestinal inflamatoria crónica.

La inflamación puede deberse a una dieta rica en alimentos procesados.
Una dieta con muchos alimentos procesados puede provocar inflamación
.

El carragenano y la carboximetilcelulosa (aditivos de uso común) de los alimentos procesados provocan la erosión de la capa mucosa protectora y la expresión anormal de las proteínas de las uniones estrechas. Así, las partículas de alimentos no digeridos, las toxinas y los microorganismos pueden atravesar el epitelio intestinal, lo que provoca la translocación de microbios y la colonización excesiva por patógenos, que pueden alterar la composición del microbioma intestinal y desencadenar la activación del sistema inmunitario y el desarrollo de inflamación.

La falta de fibra en los alimentos procesados provoca la erosión de la capa mucosa protectora y la expresión anormal de las proteínas de las uniones estrechas.

Tampoco debe pasarse por alto la falta de fibra en los alimentos procesados, ya que ésta es en parte responsable de una mucosa intestinal sana y, por tanto, contrarresta el intestino permeable (una alteración de la barrera intestinal).

¿Por qué las alteraciones del microbioma(disbiosis) pueden hacer que comamos más?

Por un lado, porque nuestras bacterias intestinales están hambrientas debido a la falta de ingesta de fibra y ansían comer más. Por otra parte, la disbiosis conduce a la inflamación (véase más arriba), que dificulta el efecto de la hormona de la saciedad, la leptina, que sacia el hambre.

Hasta ahora, ya sabemos hasta qué punto nuestra dieta no sólo influye en nuestro microbioma, sino que también afecta a muchos otros sistemas del organismo (eje intestino-cerebro, sistema inmunitario, salud cardiaca, riesgo de inflamación, desequilibrios tiroideos, estado de ánimo)

Si quieres saber más, consulta a tu médico.

Si quieres saber más sobre esto, escríbenos para que te recomendemos bibliografía. Por supuesto, también te mantendremos al día sobre estos temas en nuestro blog.

Recomendaciones de libros:

  • El creador de cerebros - David Perlmutter

  • El creador de cerebros

  • El cerebro hambriento - Stephan J. Guyenet

  • La trampa del placer - Douglas J. Lisle
  • Las verduras y frutas frescas del mercado agrícola aportan muchos beneficios a la flora intestinal.
    Los mercados agrícolas locales suelen ofrecer una amplia selección de alimentos frescos que encantarán a tu microbioma
    .

    Así que sé inteligente y no dejes que tus pequeños ayudantes en tu intestino pasen hambre. ¿Qué te parece una visita al mercado de agricultores más cercano para comprar fruta y verdura fresca y local que aporte mucha fibra y nutrientes para una flora intestinal sana?
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      Referenzen

      • https://www.vox.com/science-and-health/2019/6/11/18652653/diet-weight-loss-ultra-processed-foods-microbiome
      • Chassaing, B., et al. (2015). “Dietary emulsifiers impact the mouse gut microbiota promoting colitis and metabolic syndrome.” Nature 519(7541): 92-96
      • Zou, Jun et al. “Fiber-Mediated Nourishment of Gut Microbiota Protects against Diet-Induced Obesity by Restoring IL-22-Mediated Colonic Health” Cell Host & Microbe, Volume 23, Issue 1, 41 – 53.e4
      • Zinocker, M. K. and I. A. Lindseth (2018). “The Western Diet-Microbiome-Host Interaction and Its Role in Metabolic Disease.” Nutrients 10(3).
      • Hall, Kevin D. et al. “Ultra-Processed Diets Cause Excess Calorie Intake and Weight Gain: An Inpatient Randomized Controlled Trial of Ad Libitum Food Intake” Cell Metabolism, Volume 30, Issue 1, 67 – 77.e3
      • A.Y. Onaolapo, O.J. Onaolapo, “Food additives, food and the concept of ‘food addiction’: Is stimulation of the brain reward circuit by food sufficient to trigger addiction?”, Pathophysiology, Volume 25, Issue 4, 2018, Pages 263-276, ISSN 0928-4680, https://doi.org/10.1016/j.pathophys.2018.04.002.(http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S092846801730175X)
      • Limbergen, Johan & Vincent Martino, John & Cahill, Leah. (2017). “The Role of Carrageenan and Carboxymethylcellulose in the Development of Intestinal Inflammation.” Frontiers in Pediatrics. 5. 10.3389/fped.2017.00096. https://www.pexels.com/photo/apple-business-fruit-local-95425/
      Ina
      Ina
      Médico y experto en microbioma
      ¡Ina es médico y le apasiona investigar el microbioma intestinal y su importancia para la salud!