Der Einfluss des Darm-Mikrobioms auf unsere Haut - myBioma

La influencia del microbioma intestinal en nuestra piel

El eje intestino-piel

Nuestro microbioma intestinal interviene en muchos procesos fisiológicos importantes. La conexión entre el microbioma intestinal y diversos órganos del cuerpo se describe mediante ejes. Por ejemplo, existe un eje intestino-piel que conecta el microbioma y la piel a través de la barrera intestinal, los mediadores inflamatorios y los metabolitos (1). Para que la piel cumpla sus funciones, como la protección, la regulación de la temperatura y la retención de agua, es importante que esté en equilibrio. La piel experimenta un proceso de renovación para mantener este equilibrio. Las células cutáneas superiores (células epidérmicas) se desarrollan a partir de células madre de la capa basal y cambian de aspecto a medida que migran a la superficie de la piel. Las células se desarrollan pasando por tres etapas de tipos celulares -célula basal, célula espinosa y célula granular- antes de convertirse en las células que forman la capa más externa de la piel. El microbioma influye en las vías de señalización de este importante proceso de renovación de la piel (2).

¿Cómo influyen las bacterias en la piel?

Cómo influyen las bacterias en nuestra piel

Una barrera intestinal alterada, los mediadores inflamatorios y los productos metabólicos liberados por los microorganismos influyen en las enfermedades inflamatorias de la piel, como la psoriasis, la dermatitis atópica, el acné y la rosácea. Por eso es tan importante el equilibrio de nuestro microbioma intestinal. La dieta, el estilo de vida y la predisposición genética son importantes reguladores del equilibrio microbiano intestinal. Metabolitos como los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), que se producen por la fermentación de la fibra alimentaria en el intestino, afectan a la prevalencia de determinadas bacterias en la piel (2). Esto, a su vez, influye en los mecanismos de defensa inmunitaria de la piel. Por ejemplo, si las bacterias que producen propionato y butirato se reducen en el intestino, esto puede desencadenar un estado proinflamatorio del intestino y comprometer la integridad de la barrera intestinal (3).

La piel, a través de su acción inmunitaria, es más sensible a las bacterias que producen propionato y butirato.

A través de su función inmunorreguladora, el microbioma intestinal garantiza la protección frente a posibles agentes patógenos. También desencadena reacciones inmunoprotectoras que permiten la tolerancia inmunitaria a los antígenos ambientales y alimentarios. Por tanto, un desequilibrio en la composición del microbioma intestinal, conocido como disbiosis, repercute en la salud de la piel. Por supuesto, el propio microbioma de la piel es crucial en la regulación inmunitaria. Productos microbianos como el ácido lipoteicoico de los estafilococos tienen un efecto antiinflamatorio. El microbioma cutáneo proporciona protección directa contra los patógenos de la piel (3). Por esta razón, es importante que el intestino y la piel trabajen juntos para una salud cutánea óptima.

Visión general de las enfermedades cutáneas más frecuentes

Psoriasis (psoriasis)

La psoriasis es una enfermedad autoinmune sistémica en la que las vías metabólicas inmunomediadas son extremadamente activas y las células inmunitarias atacan a las células de la piel del propio paciente. El síndrome del intestino irritable suele acompañar a la psoriasis. Ciertas bacterias como Bacteroidetes, Proteobacterias, Actinobacterias y Akkermansia muciniphila suelen estar reducidas (4).

Dermatitis atópica (neurodermatitis)

La dermatitis atópica es una enfermedad caracterizada por una alteración de la barrera cutánea, una respuesta inmunitaria alterada y un microbioma cutáneo alterado. Los estudios muestran una asociación con una mayor presencia de la bacteria Faecalibacterium prausnitzii en el intestino, así como un nivel reducido de los ácidos grasos de cadena corta butirato y propionato (5). Las especies bacterianas Akkermansia, Bacteroidetes y Bifidobacterium también pueden estar reducidas (6).

Acné vulgar (acné)

El acné es una enfermedad inflamatoria de los folículos pilosos de las glándulas sebáceas. Produce una secreción excesiva de sebo, la descamación de las células que forman los cuernos (queratinocitos) en la capa más superficial de la piel y el fomento de la inflamación por la bacteria Propionibacterium acnes en la piel (7). Un estudio demostró que los pacientes con acné tienen una menor diversidad del microbioma intestinal, una mayor presencia de las especies bacterianas Firmicutes y una menor presencia de Bacteroidetes (8).

Rosácea

La rosácea se caracteriza típicamente por enrojecimiento, venas dilatadas y ampollas. Se debe a una combinación de factores genéticos, una desregulación del sistema inmunitario y una disbiosis del microbioma cutáneo (9). También hay indicios de que la rosácea está relacionada con una alteración del equilibrio del microbioma intestinal. La infección por Helicobacter pylori y la enfermedad intestinal SIBO (sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado) están asociadas a la rosácea (10).

Ayuda para la piel

Como puedes ver, la salud de la piel está estrechamente relacionada con la interacción entre el intestino y la piel. La clave más importante para promover un microbioma intestinal sano y una piel bonita es una dieta equilibrada. Los alimentos ricos en fibra, como los cereales integrales, las verduras y las legumbres, favorecen el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas. La influencia del estrés también es un factor importante que afecta a la salud intestinal y cutánea. Por eso es importante encontrar herramientas que te ayuden a afrontar el estrés. Además, ciertos pro y prebióticos, también directamente de los alimentos fermentados, por ejemplo, pueden favorecer la salud intestinal y cutánea. Asegúrate también de tener una rutina de cuidado de la piel suave, adaptada a tu piel y que proteja la barrera cutánea.

Referenzen

  • A. Y. K. Thye et al., “Gut–Skin Axis: Unravelling the Connection between the Gut Microbiome and Psoriasis,” Biomedicines, vol. 10, no. 5. MDPI, May 01, 2022. doi: 10.3390/biomedicines10051037.
  • I. Salem, A. Ramser, N. Isham, and M. A. Ghannoum, “The gut microbiome as a major regulator of the gut-skin axis,” Frontiers in Microbiology, vol. 9, no. JUL. Frontiers Media S.A., Jul. 10, 2018. doi: 10.3389/fmicb.2018.01459.
  • C. A. O’Neill, G. Monteleone, J. T. McLaughlin, and R. Paus, “The gut-skin axis in health and disease: A paradigm with therapeutic implications,” BioEssays, vol. 38, no. 11, pp. 1167–1176, Nov. 2016, doi: 10.1002/bies.201600008.
  • B. De Pessemier, L. Grine, M. Debaere, A. Maes, B. Paetzold, and C. Callewaert, “Gut–skin axis: Current knowledge of the interrelationship between microbial dysbiosis and skin conditions,” Microorganisms, vol. 9, no. 2. MDPI AG, pp. 1–33, Feb. 01, 2021. doi: 10.3390/microorganisms9020353.
  • H. Song, Y. Yoo, J. Hwang, Y. C. Na, and H. S. Kim, “Faecalibacterium prausnitzii subspecies-level dysbiosis in the human gut microbiome underlying atopic dermatitis,” Journal of Allergy and Clinical Immunology, vol. 137, no. 3, pp. 852–860, Mar. 2016, doi: 10.1016/j.jaci.2015.08.021.
  • S. Watanabe et al., “Differences in fecal microflora between patients with atopic dermatitis and healthy control subjects,” Journal of Allergy and Clinical Immunology, vol. 111, no. 3, pp. 587–591, Mar. 2003, doi: 10.1067/mai.2003.105.
  • Hywel C Williams, Robert P Dellavalle, and Sarah Garner, “Acne vulgaris,” The Lancet , vol. 379, no. 9813, pp. 361–372, Aug. 2011.
  • Y. Deng, H. Wang, J. Zhou, Y. Mou, G. Wang, and X. Xiong, “Patients with acne vulgaris have a distinct gut microbiota in comparison with healthy controls,” Acta Derm Venereol, vol. 98, no. 8, pp. 783–790, 2018, doi: 10.2340/00015555-2968.
  • A. Sharma et al., “Rosacea management: A comprehensive review,” Journal of Cosmetic Dermatology, vol. 21, no. 5. John Wiley and Sons Inc, pp. 1895–1904, May 01, 2022. doi: 10.1111/jocd.14816.
  • A. Egeberg, L.B. Weinstock, E.P. Thyssen, G.H. Gislason, and J.P. Thyssen, “Rosacea and gastrointestinal disorders: a population‐based cohort study ,” British Journal of Dermatology, vol. 176, no. 1, pp. 100–106, Jan. 2017.
Deniz Inan MSc
Deniz Inan MSc
Biólogo molecular y gestor de proyectos
Como bióloga molecular, Deniz tiene una visión general de todas las relaciones biológicas moleculares en el ámbito del intestino, el microbioma y la salud intestinal. Su experiencia le permite transmitir relaciones complejas de forma comprensible y ofrecer valiosos conocimientos sobre la importancia de una flora intestinal sana.